S01xEp. 03 - Facing the Opponent

Definitivamente alguien entró a la Mansión durante nuestra ausencia. Lo que en un principio pensé que era un simple camino de entrada y salida elegido aleatoriamente, ahora estoy cambiando drásticamente de parecer. No creo que el intruso eligiera entrar por la habitación que comparto con Jean solo porque sí. Los puntos de entrada están bien escogidos, pero no solo porque nuestra ventana fuera accesible, sino porque... quería algo que se encontraba allí. Por sexta vez rehago el camino que supongo realizó el intruso durante el ataque del joven con los pelos crispados. Hay algo que seguro se me pasó por alto, pero ¿qué es?

Sin darme cuenta, estando mi cerebro en el estado pensativo que se encuentra, me topo, en lo que sería la pasarela del ático de la mansión, parte en la que vive y manda Ororo, con Kurt y Rogue, la que sostiene un bebé en sus brazos. Algo había oído de él, pero francamente no me preocupé demasiado por saber quién era, de dónde venía y por qué estaba aquí. Al parecer interrumpo un primer encuentro... Pero ya que estoy con ambos, me gustaría disculparme, especialmente con Kurt. Es por eso que me acerco a ellos sin molestarme en realizar ningún sonido para delatar mi presencia.

-Al menos tenemos un cielo despejado -menciono como si fuese una conversación normal. Sin embargo, no miro hacia arriba.- Antes de que se vayan, me gustaría disculparme por lo que sucedió en la misión. Kurt, sé que querrías haber estado con los demás, pero mi prioridad como líder era salir, y para eso necesitábamos el Blackbird. En caso de ataque, sabía que tú podías cuidarlo y al mismo tiempo escapar más rápido que nadie si era necesario. Y Rogue... No voy a meterme en lo que sea que sucedió entre tú, Remy y Emma, pero tal vez hubiese sido más inteligente de mi parte no llevarla a ella a la misión. De todos modos... -termino, cortando el tema para no alargarlo innecesariamente.- Puede que tengamos un fantasma esta noche -alguien entró, pero lo que me preocupa es que no se si ese alguien salió.

Carol Davners // Ms Mrvel
Mutante | Hermandad de los Mutantes
En: Guarida Hermandad
Ft: Varios
El discurso de Magneto fue cuanto menos agitador... sus acólitos respondian a él. Miré a John... rea uno de los muchos a los que me habia enfrentado en el pasado, cuando compartía mis dones en pos del gobierno de los Estados Unidos. Ahora la cosa había cambiado, pero la inmensa mayoría aún me miraba con malas caras y resentimiento. No los culpaba, pero tampoco dejaría que me avasallaran ahora que estaba al margen de la ley. Aún así, advierto miradas lascivas o seductoras... esto iba a ser realmente divertido.

Finalmente, Magneto nos da las órdenes a las "nuevas". Mariposa Mental resulta estar aquí también, del lado de Magnus, lo cual es una sorpresa, ya que creía que su paradero era desconocido. El cómo habría entrado en la Hermandad lo ignoraba, pero yo recordaba el cómo lo había hecho yo...


Luego de ayudar a Pyros en una de las salas nos dirigimos a otro lugar para terminar de demoler aquel edificio. La sala de las tragaperras fue la indicada y allí me divertí de lo lindo levantando máquinas y "ganando" el premio gordo de todas... Realmente no me interesaba el dinero y todas las monedas cayeron al suelo cuando yo atravesaba con mis manos los aparatos electrónicos.

Aún así, me resistía a provocar daños en personas si no era totalmente necesario, así que permití que los usuarios del casino que se encontraban conmigo escaparan, al fin y al cabo, ellos parecían interesados en acabar con el lugar y no con sus ocupantes. Después de eso, el grandullón se nos unió y terminamos el trabajito. Los acompañé hasta Magnus y le ofrecí mis servicios en su Hermandad... No se le veía muy convencido, pero aceptó mantenerme en su hogar por el momento...


Antes de que pudiese darme cuenta, varios integrantes de la hermandad se acercaron a mi .-Y dinos que debemos hacer, mujer-me dijo Pyros nada más estar a mi lado, le sonreí coqueta, este chico me caía bien. -Porque aparentemente tu nos guiaras en nuestra misión-parpadeé confusa un par de veces. ¿Qué yo seré la "capataz" de la mejora de las defensas de la base? ¿Cuándo había dicho Magneto eso? Yo había entendido que trabajaría junto con sus acólitos, no que los comandaría... Dos rubios, un chico y una chica se acercaron también. El muchacho era Alex Summers, hermano del ilustre Scott Summers, alias: Cyclops, líder táctico de la patrulla X. Ignoraba que también pertenecía a las filas de Erik. A la mujer no la conocía, pero no me miraba con intención de ser mi mejor amiga. -Tranquilo John esa no es forma de hablarle a una dama-dice el rubio. -además seguro que ya tiene listo el plan que seguiremos-se recargó en una pared, esperando mis instrucciones, pero entonces habló la chica y comienza una breve discusión con Havok, para finalmente añadir. -Apocalipsis no es como ningún mutante que conozca, su poder...su sola presencia... necesitaremos fortalecer bien nuestra base, y me refiero a mejorar más que sólo el grosor de las paredes; quizá sensores de movimiento conectados al operador principal, armamento de defensa, etc...saben a que me refiero-esperé un momento haber si alguno más quería añadir algo, pero al parecer, ya habían expresado sus opiniones.

Suspiré pesadamente. -Ignoro el por qué Magneto me ha otorgado el mando en esto, ni siquiera pensé que sería así, yo entendí que trabajaría en conjunto con ustedes...-digo mirando a los tres. -Pero si aceptáis mi liderazgo, no me opondré...-hablaba seria y con calma. -Lo primero sería organizar al resto de mutantes en grupos...-añadí. -Tenemos poco tiempo y mucho que hacer, así que habrá que ponerse manos a la obra.-mi tono de voz había cambiado y se podía notar mi actitud "dominante". -Las ideas de Aphrodite son muy buenas...-dije sonriendo a la rubia. -Pero hay otras cosas...-dije mientras ponía un gesto pensativo. -Poseemos todo el metal necesario para las infraestructuras...-miré a Pyros. -Eres el más indicado para organizar el refuerzo físico de la base... tu habilidad para calentar el metal nos permitirá unir barreras más rápidamente-le dije al chico pirómano. Luego miré a los otros dos, los que Magneto había asignado como guardianes de la base en su ausencia y la de Mistica. -Nosotros tres vamos a entrar en el sistema de defensa del pentágono y todos los datos militares a los que tengo acceso, así como información clasificada, hay que descargarlos en la computadora del lugar, pero ajustar los sistemas de tal forma que puedan ser potenciados por las habilidades de los mutantes.-les dije. Por ejemplo, un receptor de energía cósmica que pudiera aumentar el ataque de Havok, o quizás un electroimán que sirviera para nuestro líder (por poner ejemplos... tengo algunas locuras pensadas por aquí, jejeje). -Una vez que tengamos esa información, espero que puedan sacarle partido mientras yo ayudo a Pyros y los "constructores"...-les dije. -¿Alguna pregunta?-les dije. Magneto no había asignado a todos los mutantes una tarea, así que planeaba usar a los ociosos para las defensas... Toad por ejemplo vendría bien dada su capacidad para adherirse a los muros... igual que la fuerza de Blob.

Rol-off: No he podido responder antes, lo siento... también por los que esperan respuesta con el resto de mis personajes... espero responder esta tarde o mañana como mucha demora ^^

Theodor "Teddy" Altman // The Hulking
Hibrido Skrull-Kree | Sin Afiliación
En: Mansión X
Ft: Iceman & Mercury
Inmediatamente creí que era aquel chico rubio con el que había luchado contra el centinela aquella tarde en nueva york, pero al acercarme, pude observar que aquel muchacho era mayor y su gesto era algo más rudo y agresivo. Pero otro flash saltó a mi mente. Un grupo de personas desapareciendo en un resplandor plateado en mitad de las calles de la ciudad. Y al recordar aquello, las palabras salieron de mis labios sin apenas darme cuenta. -¿Conoces a Billy Kaplan?-le pregunté al rubio de mirada hostil...

Su respuesta fue un leve gruñido, seguido de las palabras. -¿Que? ¿Es tu novio?.-mi sorpresa fue máxima ¡¡¿qué?!! ¿Su novio? Mi mente empezó a nublarse con cosas sin sentido. -¿Porque me preguntas?-dijo entonces. ¿Qué por qué preguntaba? Pues que habái desaparecido, ¿le parecía poco? Aunque si él, que había desaparecido también en aquella luz, estaba bien, suponía que Billy estaría bien también. Pero antes de poder decir nada, una mujer muy guapa, de cabellera plateada se acercó a nosotros. -Deberías intentar ser un poquito más amable... ¿Por qué no haces algo bueno? y vas a ver a tu hermana que está en la enfermería-le dijo al chico. Luego vino hasta mi. --No te preocupes, él siempre es así-me dijo con una sonrisa. Un nuevo gruñido del rubio. -No porque este en la casa de los buenos modales, seguiré su ejemplo, no tengo porque...-respondió. Lo cierto es que tenía una actitud que podría llegar a odiar con todas mis fuerzas.¿Por qué se comportaba como un cretino? -¿Bien?... no has respondido, ¿lo necesitas?.-dijo entonces devolviendo el tema a su origen. Negué. -Simplemente quería saber si está bien...-le dije con sinceridad. -No se de él desde antes de ir a Genosha.-me respondió recargado en la pared y luego preguntó por los heridos. -Si me disculpan...-les dije. Iban a hablar de algo que no me interesaba y parecía que el rubio no me daría más información...

Comencé a caminar por los pasillos, maldiciendo al estúpido del rubio platino y me encontré con Bobby y una chica (Bobby y Teddy se conocieron en las alcantarillas de NY, en el cap 2). Por lo que me había enterado, él había ido a esa isla que explotó, así que no pude evitar acercarme a él para preguntarle. -Hola bobby, qué tal?-le pregunté. -Me llamo Teddy, encantado...-le dije a la chica entonces. Mi pelo cambió al color del pelo de la muchacha sin darme cuenta...

Eric Magnus Lensherr // Magneto
Mutante | Hermandad de los mutantes
En: Viajando, esfera de metal
Feat: Larry Trask & Juggernaut
Entonces esperé a que alguno me dijera que preferia tal o cual misión, o que era más util conmigo, etc... algunos de mis acólitos estaban ebrios por demostrarme su valía. -Juggernaut!!-exclamé, llamando al gigante imparable. -¿Crees que puedas acompañarme a visitar a tu hermanastro sin destruir su hogar?-le pregunté seriamente. Cain Marko podría ser un excelente guardaespaldas, pero su temperamento y especialmente su odio hacia Charles eran de lo menos favorable para eso....

No obstante, antes de que el titánico "mutante" respondiera, Trask abrió su boca de vidente para obsequiarnos con algunas opiniones personales. - ¿Genosha?... esa isla es una trampa mortal para mutantes… no, no encontrarás allí a tus hijas… de hecho, creo que a la mayor no la encontrarás en ningún sitio…-Mi mirada se clavó en él en su última frase, pero mi rostro no denotó más gesto de haberle escuchado. Por el bien de toda la humanidad esperaba que esa afirmación no fuera cierta... Juggernaut llegó junto a nosotros en ese momento. -Deja de gimotear, Magneto sabe lo que hace así que deja de gastar tiempo, tenemos una visita que hacer... No hay problema, intentaré comportarme, pero si alguno de los cachorros de Xavier se pasa de listo no puedo asegurar nada-Lo miré... no era una amenaza, era la simple constatación de un hecho probable. Lo miré y asentí. -Llegado el caso haz con los pupilos de Charles lo que desees...-le dije en un tono monótono, aburrido. -Pero no quiero que el Profesor salga herido...-añadí tajante.

Luego de eso comencé a caminar por el patio principal de la Hermandad, alejándome del gentío. Una vez a solas, extendí mis manos y parte del metal de la propia fortaleza se licuó para crear una esfera que nos engulló a los tres, instantes después, la esfera hueca de metal sale volando en dirección a la mansión de Xavier. -¿Has considerado mi oferta Larry?-le pregunté con voz amable al joven premonitorio. -En nuestra familia se te ofrecen multitud de posibilidades...-añado. -Y estoy seguro que a cierta belleza de pelo claro agradecerá tu amistad y compañía entre los fríos muros de nuestro hogar...-le digo haciendo referencia a Eve.

Cuando le conté a “Elixir” que no mucha gente había sido buena conmigo por mis orejas puntiagudas y mi exótico color de piel, él sonriendo me responde: -Eso no tienes que decírselo al chico con la piel dorada-, y tenía toda la razón el entendía perfectamente mi situación. En ese momento escucho: - ¡Joshua ten cuidado ella puede hacerte daño!- y el que habla es el chico de la camilla de al lado, lo cual me hace sentir incomoda y pensar nuevamente en huir de este lugar, pero la mirada de rechazo que produce ese comentario de parte del lindo chico dorado y de otros presentes me tranquiliza. Además que Elixir le responde al chico: -Chris, no podemos dejar a los heridos sin atender, sean del bando que sean y, ahora ella no va a hacernos nada ni a mí ni a ti, así que no te preocupes, sólo descansa-.

Por otro lado tambien me sorprende que ante mi petición de que curara a Polaris antes de mi, él me respondiera que ya había terminado de sanarme, sorprendentemente rápido, tranquilizándome a su vez por el estado de Polaris. Yo como no quería que Polaris me viera aun tome uno de los mantos de la camilla y me hago con este una improvisada capucha mientras me levanto, acercándome al chico antes de que Polaris despertase y lo beso tiernamente en la mejilla y le digo –gracias de verdad pequeño "hipocrates"- (por su actitud ante los heridos de la hermandad). Aun tenia muchas cosas que pensar, sobre todo por que este lugar me producía mucha intriga. “ella no va a hacernos nada ni a mí ni a ti” había dicho el chico dorado ¿Cómo era posible que entre mutantes fuéramos enemigos? Cuando acepte seguir a Magneto era por que no soportaba la discriminación que sufrían los mutantes y mucho más aquellos que teníamos características físicas que no podíamos ocultar, el me había protegido de los humanos, pero no estaba de acuerdo con la lucha entre mutantes y todo esto me hacia cuestionar tantas cosas, decido quedarme en la habitación y me dirijo a la ventana al otro lado de la habitación y no dejo de mirar a Elixir quería que terminara luego su trabajo para poder hablar con él, lo unico que deseaba era entender la filosofía de este lugar.

Luego de que Sebastian nos diera una especie de clase sobre lo que es el Hellfire Club y sobre lo que hay que hacer con nuestros enemigos, nos encarga secuestrar a dos personas que no conozco. Al parecer una de ellas es peligroso, pero supongo que tengo que esperar a que mis otros compañeros me den más información. Soy el primero en abandonar la habitación, camino hacia la planta baja del hotel. Me percato de que ninguno me sigue, al menos no de momento. Supongo que estarán aclarando dudas o ajustando detalles del plan... si es que tenemos un plan. Por mi parte solo me dispongo a ir a la camioneta y esperarlos allí, este mundo es aún bastante nuevo para mí, tengo que entender muchas cosas.

Aún así me agrada lo que veo, y lo que no veo no me lo puedo imaginar. Por ejemplo, este edificio es muy hermoso, todos los acabados del arte son bellísimos, según lo que me dijo Sebastian es de un estilo italiano, un país que no conozco. Al parecer los humanos no son... no somos todos iguales... si es que soy humano. Porque yo me considero humano, no mutante, no veo la diferencia entre un humano y un mutante. Ambos son seres iguales, tal vez los mutantes puedan presentar rasgos físicos algo cambiados, pero por el interior puedo sentir que no son diferentes. Entonces, ¿por qué es necesaria esta guerra? Solo sé que está bien...

De repente, mientras camino por un pasillo vacío, un brazo sale de una de las habitaciones y con una mano enguantada me tapa la boca, metiéndome dentro. La persona que me sujeta me coloca de espaldas contra la pared, mirándolo a él, mientras sus fuertes brazos me sujetan con fuerza. No es el hecho de que me secuestren lo que me sorprende (no es la primera vez), sino que lo que llama mi atención es el rostro del sujeto: no está. Pero no me detengo en ello, porque rápidamente le pregunto:

-¿Quién es usted? ¿Qué quiere?

-Quien… ‘quién’ es solamente la forma de la función ‘qué’ y ¿qué soy? Un hombre con una máscara.

-Ya veo...

-Naturalmente. No me cuestiono tu capacidad de observación, simplemente señalo lo paradójico que es preguntarle a un hombre con máscara quién es. Voy a necesitar un pequeño favor de ti, Longshot, y al mismo tiempo necesitas que te cuente algo. Un intercambio justo, ¿no lo crees?

- Oh, calla Sean – contesto Moira a mi piropo y la verdad era que su belleza no era para nada una exageración, siendo su acento escocés lo que más me agradaba en ella, tan europeo. En eso mi doctora preferida dice: - Me alegro de verte también - -evidentemente, (río) evidentemente- le contesto aun con mis manos en sus hombros, aunque procuro no pensar mucho sobre Moira frente a Charles, aunque no me imagino a mi mentor hurgando en mi mente, hace años ya me había acostumbrado a ser prudente ante él con mi sentimientos hacia Moira.

- Te mentiría si te dijera que me sorprende verte Sean, pero al menos puedo decirte que me alegra...- dice Charles -a mi también Charles, verte a ti, a la escuela, me alegra y tu sabes cuanto- mientras apunto con mi índice mi cabeza recordando los mejores momentos en este lugar obviando los recuerdos con Moira. - Veo que sigues sin saber tocar la puerta, nunca puedes adivinar que es lo que encontrarás tras ella- agrega Charles mientras vuelca su atención a quien por mi excelente intuición detectivesca adivino que es el chico de los estragos en la mansión y aunque se que Charles no me esta prestando mucha atención de todas maneras le contesto. –¿Para que golpear? si seguramente sabias que estaba por acá desde las escaleras, jajajajaja como si tuvieses algo que esconder- (demonios eso puede ser mal interpretado con Moira acá) –digo (corrigiendome) soy uno de tus estudiantes más antiguos, acá ya no hay nada que me sorprenda- (espero haberlo arreglado). Y mientras Charles y Moira hablan sobre su paciente aprovecho para caminar por el lugar, probándome guantes de hule y revisando los tubos de ensayo y cuando ambos terminan de platicar. Charles, que se dirige hacia la puerta del laboratorio me dice - Sean no creo que hayas venido a mirar tubos de ensayo ¿o si?, si deseas hablar podemos ir a mi oficina, o bien si tienes algo que conversar con Moira sería bueno que lo hicieran en otro lado, no creo que este sea el mejor lugar para conversar sobre asuntos personales...- miro a Moira mientras sigo al profesor y le digo –no, Moira tendrá que sufrir por mi un poco más, jajajaja- digo sonriéndole y guiñándole un ojo, no podía esconder mis sentimientos del más grande telépata que conozco y uno de mis mejores amigos y poniendo mis manos en el hombro de Charles me inclino para hablar en su oído, siempre había preferido comunicarme con el de forma “tradicional” –Preferiría hablar contigo a solas en tu oficina amigo- y dejando de susurrar me enderezo y hablando fuerte le digo –tengo planes Charles, planes que van a encantarte-.

-¿Quién es usted? ¿Qué quiere?

-Quien… ‘quién’ es solamente la forma de la función ‘qué’ y ¿qué soy? Un hombre con una máscara.

-Ya veo...

-Naturalmente. No me cuestiono tu capacidad de observación, simplemente señalo lo paradójico que es preguntarle a un hombre con máscara quién es. Voy a necesitar un pequeño favor de ti, Longshot, y al mismo tiempo necesitas que te cuente algo. Un intercambio justo, ¿no lo crees?

Me mira a los ojos, no con miedo, aunque si un poco asustado, pero claramente conmocionado con la situación. Y con curiosidad, es un ser al que le interesa lo que vive, la vida misma. Debe ser por eso que sus poderes funcionan tan bien.

Al fin descubrí su secreto, aquel que habían escondido durante tanto tiempo. Mi padre parece estar volviéndose blando, aunque es algo que me cuesta creer. Debe ser diferente, estos últimos cinco años estuve equivocado. El clan McDoyle no controla la Comunidad. Soy consciente de que existen otros, amigos de la familia, debo conocerlos seguramente, pero no presté atención a esos detalles. Ahora no importan, en mis manos tengo una de las últimas piezas del rompecabezas. Michels echó a los Venatores detrás de mí, pero no están juntos. Por suerte la joven italiana fue descuidada, sé como están siguiéndome el rastro tan certeramente. Conocen el futuro, a través del Christopherson, están siguiendo mis pasos.

Se trata de una hoja, simple, escrita de un solo lado y solo encuentro en ella cuatro líneas, que describen un lugar, una situación, personas y sus rostros, pero no da nombres. Pareciera una imagen plasmada en el papel, como si cualquiera viera un cuadro y decidiera describirlo. Saben que me encuentro en Francia, es hora de cambiar las reglas del juego. Pude tocar a la joven Venatore antes de dejarla inconsciente y robarle el papel, y ahora poseo también su poder. Útil, sin duda, ahora podré viajar a Estados Unidos sin necesidad de gastar en un pasaje. No debo descuidarme, sería tonto no esperar compañía.-Bien, te escucho... -me dice suavemente, sin aparentar signos de violencia.

Lo suelto y camino unos pasos hacia atrás, pero sin alejarme demasiado. He peleado solo demasiado tiempo y claramente es una guerra en la que voy a necesitar ayuda. Europa está sellada para mí, ellos lo controlan todo. Pero aquí podré darme el gusto de ir más a mis anchas. Extraigo del interior de mi gabardina un sobre color amarillo, de gran tamaño, y se lo entrego a Longshot.

-No encontrarás mejor información sobre el Hellfire Club que la que tienes en tus manos. Crees que quieren salvar el mundo, crees que son personas interesadas en el bien de la humanidad, pero estás equivocado. Es una de las organizaciones más poderosas que el mundo albergó, y su poder reside en el tamaño de sus billeteras. Pero tú no conoces a este club, ¿no es así? Eres parte de otro. Poco sé del Círculo Interno, pocos lo saben, hay que estar ahí para tener plena consciencia. Pero sí te puedo asegurar que sé de Sebastian Shaw... y créeme, no es un buen tipo. Puedes elegir, Longshot, solo tienes que conocer las opciones. Y no debes olvidar que hay muchas otras personas y grupos que te buscan, eres un arma preciada que cualquier general querría entre sus filas. No dejes que lo hagan.

Desconozco cuáles son los planes del Rey Negro y su corte, pero no me voy a ocupar de ellos ahora. Sé de otros que lo están haciendo, todo se tratará de esperar a que el humo se despeje. Longshot no responde, supongo que fue suficiente información para meditar una tarde entera, pero en realidad le dije poco y nada. Todo se encuentra en esos papeles.

-¿Y qué favor necesitas de mí?

Lo miro a los ojos, aunque él no pueda ver mi rostro, y lentamente me quito un guante de la mano. Aunque el poder que tengo ahora es útil, no me sirve en el futuro inmediato.

-Por el momento, solo necesito que me des un poco de suerte -le digo al tiempo que toco con las yemas de mis dedos su rostro, absorbiendo su habilidad. Casi puedo sentir como una se va y otra entra, a veces resulta gratificante renovarse.- Dentro del sobre encontrarás un medallón que emite un reflejo cuando cualquier luz da en el. Si deseas volver a contactarte conmigo, colócatelo en el cuello, con eso será suficiente. Tengo un ojo sobre ti.

Sin esperar más me acerco a la ventana y salto, concentrándome en mantener mi conciencia tranquila para dirigirme hacia mi nuevo destino. El segundo round no ha hecho más que comenzar.