S01xEp. 03 - Facing the Opponent

A paso firme, avanzo sobre el tejado de un formidable edificio; el instituto Xavier para jóvenes dotados. Bajo mis pies, decenas de jóvenes mutantes reciben el entrenamiento adecuado para ejercer control sobre sus poderes y la minoría de ellos, al convertirse en adultos, se integran a un equipo de bienhechores conocidos como la patrulla X.

En mis labios pálidos como la cera de dibuja una sonrisa; una sonrisa siniestra y de satisfacción que resulta de la adrenalina recorriendo mi cuerpo.

Si, infiltrarse en la mansión X es un autentico reto para cualquier mutante; incluso una misión suicida para alguien no experimentado pero para una diosa como yo, no es más que un juego escasamente emocionante.

Desde mi posición alcanzo a ver a los mutantes que emergen al jardín para jugar o practicar; todos ellos se regodean por sus talentos e ignoran lo insignificantes que en realidad son. Tan insignificantes que ninguno de ellos es capaz de percibir mi presencia.

Algunos pueden volar, otros mover objetos e incluso atravesar paredes, pero yo busco algo más especial; una escurridiza rubia que no esta a la vista.

Camino hacia el otro extremo del edificio y me inclino un poco para corroborar lo que mis ojos ven.

- oh Emma… que bajo haz caído- murmuro al verla ahí, sentada en el piso y jugando a la buena madre con un infantes. Pero no es la antigua Reina Blanca el objeto principal de mi visita…

Inicia flash back.

Los glamorosos y poderosos miembros del círculo interno descendemos juntos del avión del Hellfire Club en un aeropuerto exclusivo para los miembros de la misma asociación.

Un par de limusinas nos están esperando con las puertas abiertas; el monarca oscuro, Donald Pierce y Fausto Marvelli abordan la primera de ellas, pero yo me aparto del grupo y regreso al avión.

-¿Pasa algo señorita Selene?- pregunta uno de nuestros impertinentes servidores.

-Sí, quiero que me lleves a Nueva York…- respondo mientras me acerco al mini bar y extraigo una botella de vino y una copa.

-pero señorita…- comienza a decir.

- ¿Tendrás la osadía de cuestionar mis ordenes?- le pregunto con severidad; el hombre no tiene más remedio que hacer una reverencia y seguir mis instrucciones al pie de la letra.

Me acomodo proxima de una ventana y miro como se aleja la limosina que transporta a mis colegas, por llamarlos de alguna manera.

-espero, por tu propio bien, que seas un hombre de palabra…-

Fin del flash back.

Cambio una vez más mi punto de vigilancia y al fin soy capaz de ver a mi núbil victima en las canchas del colegio.

Es a penas una niña, será un trabajo fácil.

Con cautela, aparezco detrás de la mocosa y alcanzo a escuchar su breve soliloquio; es una mocosa perturbada, es perfecta para nuestros cometidos.

-si no te encuentras conforme con las decisiones de Charles Xavier ¿Por qué te haz convertido en uno más de sus súbditos- le pregunto con mi tono habitualmente macabro.

Al escuchar mi voz, la niña voltea sorprendida; pero ya no me encuentro ahí.

-tendrás que ser más rápida si ser un reto para mí…- la joven rubia voltea una vez más pero esta ves no desaparezco -¡Boo!- la niña se sobresalta una vez más así que aprovecho para iniciar con mi ofensiva.

Sin darle para reaccionar la tomo del brazo y la arrojo en contra de un árbol, con tal fuerza que queda incrustada en su corteza.

La mocosa me busca una vez más con su mirada, pero sus sentidos son victima del sopor que causa mi presencia y es demasiado lenta para encontrarme.

-hola otra vez, preciosa- digo al manifestarme nuevamente.

Esta vez, la tengo sometida entre el árbol y mi propio cuerpo mientras cubro su boca con mi mano derecha y comienzo a absorber su energía vital.

- tu eres la chica que se hace llamar Magik ¿no?- ella intenta gritar desesperadamente, pero es incapaz, siquiera, de mover su mandíbula - tranquila, cariño, no pienso asesinarte- le explico al oído.

Puedo sentir como forcejea en un acto desesperado por recuperar su libertad, pero su fuerza casi infantil rivaliza con la mía tanto, como la fuerza de una insignificante hormiga puede rivalizar con la de un majestuoso elefante.

Estaba en el lugar donde había quedado con mi padrino, después de todo le había pedido a mi mejor amiga que le enviara un mensaje a mi padrino diciéndole que lo esperaría en una Iglesia que estaba cerca de casa y creo que eso sería algo bueno para él porque era un lugar tranquilo y según mi abuela a mi padrino no le gustaba mucho estar en la muchedumbre. Suspire y luego me quede esperando en la iglesia, ojala mi padrino pudiera venir ya que le había dicho que si no podía me llamara porque no me gustaría quedarme aquí sola sin hacer nada. Estaba demasiado tranquila disfrutando del silencio que había aquí dentro, si tal vez podría decirse que era algo estúpido pero era eso lo que me hacía falta después de todo la ciudad era siempre un caos y eso me volvía loca ya que mis oídos eran el medio más conveniente para mí. Me paré y camine un par de pasos hasta que sabía donde terminaba el lugar de asientos y suspire ampliamente para comenzar a cantar una CANCION que mi abuela siempre me cantaba y según me había contado también me la cantaba mamá así que comencé a cantarla lentamente.Sabia muy bien de que trataba la cancion y bueno para el lugar donde estaba eran luna linda manera de recordar a mis padres.