S01xEp. 03 - Facing the Opponent

Colosus estaba destinado a sobrevivir -al menos a esta batalla-; solo era cuestión de esperar unos minutos para que su conciencia se reestableciera por completo; quizás un poco más por que el ruso es uno de esos sujetos que cultivan el cuerpo sobre el intelecto.

Aliso una ves más mi rubia cabella y volteo para ver a Joshua, alías Elixir, encargándose de las heridas del gigantón.

-¿Quién le hizo esto a Piotr?- quiere indagar el mutante de piel dorada pero lo ignoro olímpicamente; sigo pensando en la inoportuna visita de esa mujer y, en que de verdad, quería salir de compras; los harapos que promociona la escuela son ofensivos, especialmente para mi, tan acostumbrada a la ropa de diseñador.

Como un funesto augurio del porvenir, comienzo a recordar eventos de mi –no tan añeja- juventud; eventos trascendentes y malas decisiones que tomé durante mis años mozos; el escape del hospital psiquiátrico donde mis amados padres decidieron internarme, mi afiliación al club del fuego infernal y mi posterior participación en el circulo interno, el noble juramento que consagré frente aquella institución y todos los crímenes que cometí en su nombre lo pero de todas esas equivocaciones, la peor de todas, la acción por la me arrepentiría el resto de mi vida y la causante del desprecio que siento hacia mi propia persona fue el enamorarme platónicamente de Sebastián Shaw, ese estupido amor de jovenzuela ignorante aunado a la enorme decepción que me causó.

¿Pero que esperabas, Emma? Interroga una molesta vocecilla en mi cabeza, comúnmente conocida como conciencia ¿Creíste que realmente estaba interesado en ti? ¡Por favor! Mantenerte a su lado no representaba nada más una ventaja en sus planes de conquista y tú siempre lo supiste.

Fastidiada de mis propias reflexiones miro a los jóvenes desencajados que me miran sin saber muy bien que ocurrió.

-sí, fue su amiga Laura la que hizo esto - respondo finalmente – pero no lo hizo por voluntad propia. Selene tiene la capacidad para convertir en un esclavo mental a cualquier mortal que desee; siento mucho decirlo pero ahora sus amiguitas, Illyana, Katherine y Laura no son más que títeres sin alma, dispuestos y leales a la voluntad de esa ramera – termino explicando.

La expresión de los muchachos me hace dudar en qué le causó más terror, si la idea de que sus amiguitas se hayan convertido instantemente en peligrosas enemigas para la patrulla X o, si bien, la palabra “ramera” era demasiado para sus castos oídos.

- ¿Quieren sabes algo más de ella? – pregunto con una ceja alzada – ¿su número de seguro social, su tipo de sangre, la copa de su sostén? -

Antes de que los chicos lanzaran otra pegunta que, a mi juicio, resulte absurda, Kevin abandona la seguridad del arbusto que adopto como refugio y se acerca a mí para preguntarme en voz baja si aquella mujer me había dicho algo malo.

El infante albergaba preocupación en su rostro, la angustia propia de un niño al ver sufrir a un ser que estima.
- nada malo, Kevin – murmuro intentando contener toda mi ponzoña – sólo algo real…- explico y suspiro profundamente. El pequeño no esta conforme con mi respuesta así que se acerca a mí para decirme un “secreto” y yo me inclino para poder escucharlo.

-Esa mujer no parecía alguien amable...sobre todo si te dijo algo que te lastimó; si quieres puedo imaginar algo malo sobre ella...pero mamá no debe enterarse- explica guiando el sonido con su mano para que nadie más sea capaz de escuchar sus murmullos. Sonrío con su entusiasmo y me enderezo nuevamente para desacomodar tiernamente su cabello.

- tendré en cuenta tu propuesta – le respondo dulcemente. Si, me había ganado la confianza y la lealtad del pequeño, el único en este que no siente sospechas ni miedo hacia mí, y el es un mutante poderoso, no obstante, no pretendo involucrarlo en mis asuntos… al menos no ahora.

Mientras Colosus se recupera, percibo, en mi cabeza, que otros miembros del escuadrón X se aproximan –muy tarde- a la escena del crimen. Por mi parte sigo cuestionando las decisiones que he tomado hasta este momento y en que dirección han orientado mi vida.

Emma, Emma, Emma una vez más te aproximas a una cruel encrucijada.

Una vez reunidos los miembros de la patrulla X en la zona del desastre, el profesor Xavier tuvo que tomar una decisión apresurada. Su plan consistía a -grandes rasgos- en que Scott y yo conformásemos un pequeño equipo para salir cuanto antes en busca de las chicas y su perversa captora: la reina negra. El plan, sobra decirlo, me pareció ridículo e infantil; ni siquiera tenemos idea de donde comenzar a buscar pero ¿Qué más se podía esperar? Francis debía atender a sus visitas.

Mi rechazo por aquel plan no estaba únicamente justificado en la inocencia del mismo, simplemente no me apetecía trabajar en equipo con el puritano Scott Summers; no tanto por la desconfianza que alberga su corazón en contra mía a pesar de haber salvado su patética vida en más de una ocasión, sino por tratarse de un asunto personal; son los vestigios de mi errático pasado los que se han levantado en mi contra…

Establecer contacto mental con todos y cada uno de los mutantes que habitan el planeta tierra a través de “Cerebro” puede ser una experiencia dolorosa para cualquier persona, incluso capaz de dañar permanente su mente, incluso arrastrarlo a la locura pero nunca para una telépata bien entrenada como yo.

Sistemáticamente trato de hallar el siniestro intelecto de mi vieja colega pero esta búsqueda resulta infructífera, es como si la reina negra hubiera desaparecido de la faz de la tierra junto a sus tres jóvenes victimas. Esa mujer encontró un medio místico para sobreponerse a mi telepatía.

Sonrío entusiasta ante el nuevo reto que me ha dispuesto el destino y manipulo el panel mecánico ubicado unos centímetros delante de mi para cambiar las coordenadas de mi búsqueda – yo también cuento con algunos recursos – murmuro en una especie de soliloquio y comienzo a registrar las cedes del club de fuego infernal. Sino puedo encontrar directamente a Selene mediante Cerebro, debía hallar una fuente diferente.

En uno de los casinos del club percibo la inusual mente de Tony Stark intentando batir su record de conquistas, quizás algún día yo misma pulule en su record; en la instalación de Nueva York alcanzo a escuchar a Norman Osborn reprimiendo una vez más a su hijo Harold pero no hay señal de él. Hago un gesto de disgusto y una vez más ajusto las coordenadas del aparato hasta encontrar al poderoso Rey Negro pero cuando estoy más cerca una barrera mental se extiende como un escudo e impide que siga con mi indagación. Sebastián Shaw cuenta con el apoyo de otra telépata y eso, por difícil de aceptar que resulte para mí, me hace hervir la sangre; me siento aun más traicionada. Ante mi impedimento, retiro el ridículo casco que amplificador de mi cabeza y lo coloco sobre el panel que controla el dispositivo – muy bien, Sebastián, el siguiente movimiento es mío –

Al salir de Cerebro me encuentro con una ingrata sorpresa; Scott Summers en compañía de otro puñado de mutante; esperan mi veredicto para comenzar con la misión que encomendó su decrepito mentor. Lo miro con una ceja levanta pero el no emite una sola palabra así que, frente a esa absurda ley del hielo, no me queda nada más que responder - está en Washington… - miento descaradamente; sí, seguramente su intervención resulte conveniente un rato, después ya veré como deshacerme de ellos - hay que darnos prisa-

Habíamos estado charlando y todo eso pero cuando dijo que debía irse hice una mueca no quería que se fuera pero tampoco podía evitarlo, él tenia cosas mas importante que hacer que estar con una invalida u-u asentí con la cabeza Claro que si padrino dije con un tono de voz un poco triste, pero que es lo que pretendía? Si él tenía una vida y no iba a cambiarla solo por mi, suspire y me levante de la mesa para buscar mi bastón pues ahorita podrían contar con él para bajar pero para subir no asi que mejor acortábamos esto tome las llaves Bien entonces vamos dije abriendo la puerta y saliendo con mi padrino a mi lado, bajamos hasta la puerta principal que daba a la calle y luego de abrir la puerta le di un abrazo a mi padrino no quería separarme de él T_T

Había intentado de todas formas posibles que Marcus me diera un poco de atención pero nada, sencillamente parecía que no existía, suspire y me fui a sentar en un pequeño sofá que había a un lado de la cama no tenía ganas de andar detrás de él al menos no de momentos si amaba a mi hermano pero tampoco iba a andar arrastrándome así que le deje que siguiera haciendo sus cosas y me puse a llamar por teléfono a bueno no se a quien simplemente me limite a escuchar las conversaciones de los demás cuando vi que mi hermano dejaba de hacer lo que estaba haciendo y me hablaba, ok eso era raro me parecía incluso que tenía un cortocircuito e.é, me quede pasmada cuando me dijo que si quería salir, asentí con la cabeza antes de que se arrepintiera era raro que saliera de él, casi siempre era yo la que le insistía a que saliéramos Si…si claro… dije todavía confundida por la actitud de Marcus pero no iba a dejar pasar la oportunidad, no iría a gastar mucho dinero pero quien sabe tal vez podría conseguir algo lindo con que jugar con Marcus xD, ok no es no Maressa eso paso hace mucho tiempo y él no es el mismo u.u, extrañaba a mi hermanito. Me levante tome unos zapatos cómodos mi bolso con la llave de la habitación y luego lo miré Bueno ya estoy lista! dije con una sonrisa, aunque siempre tardaba mas esta vez no quería hacerlo y quería disfrutar del buen humor de mi hermano :B

Aquella invitación que me había hecho mi hermano me había puesto de muy buen humor no sabía muy bien porque lo hizo o que fue lo que le motivo a hacerlo, simplemente. Una vez que termine de arreglarme fui hasta la puerta y me quede mirando a Marcus pues debía esperarlo él era quien tenía la llave y el dinero de nosotros los manejaba él, abrió la puerta y me dejo pasar primero y luego cerró la puerta con llave me sorprendió que me tomara de la mano para guiarme hasta el elevador y gracias a Dios que lo hizo porque me encontraba como en otro lugar en este momento, no recordaba la última vez que mi hermano se había comportado así o me había tomado de la mano, sonreí un poco como tonta, hasta que el ruido del elevador me hizo despertar bajamos de este y caminamos hasta la puerta y salimos pero me quede algo helada cuando él me acomodo un mechón de cabello detrás de la oreja, eso no lo había hecho desde pues hace muchos años, creo que desde que yo tenía unos 18 años que no tenía un gesto así de lindo conmigo, sonreí y luego me quede pasmada Pues…podríamos pasear un poco para conocer la ciudad y luego ir a comer algo no? dije mirándolo a los ojos era como si mi hermano no hubiera cambiado nada, pero yo sabía que si, me quede mirándolo no quería presionarlo así que me quedaría tranquila aunque tuviera ganas de saltar y caminar por las paredes

Seguía abrazando a mi padrino porque no quería que se fuera, pero cuando me dijo que había una posibilidad de que lo acompañara a la mansión , mi sonrisa se ensancho no podía creer que conocería el lugar donde mi padrino vivía, aunque no sabía si estaba bien para ir asi vestida como estaba tenía un abrigo por las dudas puesto ya que casi siempre pasaba frio, lo único que debería buscar seria mi bolso para pagar luego el viaje de regreso De verdad podría ir? dije entusiasmada pues sabía que tal vez sea incomodo para alguno de ellos Porque a mi me encantaría ir, pero no quiero que se molesten contigo por llevar a una extraña si bueno no creía que ellos tuvieran eso, sabia que el profesor Xavier, por lo que escuchaba en televisión era un hombre muy amable, pero tal vez sus estudiantes se sintieran algo no se como explicarlo. Si padrino quiero ir contigo y quiero conocer el lugar donde vives termine diciendo con una gran sonrisa en mi rostro